Nuestra identidad

Nuestra identidad

¿Qué distingue a Albedríoteatro?

 

¿Qué hace que un espacio de teatro y voz sea distinto de tantos otros? ¿Por qué elegir este lugar y no otro?

La respuesta, quizá, no está tanto en la técnica ni en los métodos, sino en la mirada con la que entendemos el arte.

 

En albedríoteatro y albedríovoz creemos que el teatro y la voz no son herramientas para fingir, sino caminos para recordar quién eres de verdad. Aquí no venimos a ponernos máscaras, sino a quitárnoslas. No venimos a fabricar voces perfectas, sino a escuchar la voz auténtica que ya nos habita.

 

El arte como autoconocimiento

 

El teatro y la voz son espejos. Cada improvisación, cada ejercicio de respiración, cada escena compartida, nos invita a encontrarnos con nuestras propias verdades. Aprender a expresarlas con honestidad es, en sí mismo, un acto de libertad.

 

La voz como raíz de la identidad

 

La voz no es solo sonido. Es memoria, emoción, cuerpo, alma. Cuando un alumno descubre que su voz no tiene que imitar a nadie, que puede sonar desde su verdad y cuando entrena y activa toda su capacidad de resonancia, ocurre algo transformador: no solo cambia cómo habla, cambia también cómo se reconoce a sí mismo.

 

El teatro como comunidad

 

El escenario nunca se pisa en soledad: se pisa con otros. Aunque hagas un monólogo siempre tienes un equipo contigo (dirección,  técnicos, regidores…) Y ese encuentro con los otros, enseña escucha, empatía y confianza. En nuestras clases, cada grupo se convierte en un pequeño laboratorio humano, un espacio de apoyo donde lo individual florece gracias a lo colectivo.

 

Un enfoque integral y humano

 

Nuestro proyecto nace de la unión de distintas formaciones y experiencias: la interpretación, la dirección de escena, la filología, la rehabilitación de la voz. Todo confluye aquí en un mismo lugar, al servicio de un objetivo: aprender a querernos y conocernos a través del arte.

 

 

 

 

Albedríoteatro no es solo una escuela. Es una manera de vivir el arte.

Un espacio donde no vienes a ser otro, sino a ser más tú.